El esparto es “la fibra de oro” de las fibras, que se ha utilizado desde hace al menos 30.000 años. Se han tensionado cuerdas, creado papel, trenzado objetos, tejido sacos, entre otros. La trasmisión de estos saberes se realizaba a través de los corros esparteros que hoy forman parte de la memoria colectiva. A la hora de producir los objetos, los artesanos se sentaban en grupos intergeneracionales, se repartían el trabajo, y así aprendían nuevas técnicas.